Desde hace un par de años venimos asistiendo a un fenómeno singular. Bueno, singular, singular no es, ya lo vimos antes con cada formato que se ponía de moda. Lo vimos con los blogs, lo estamos viendo con los podcast y, ahora, lo vemos con las newsletters. Y es que resulta que en 2023, el año de la comunicación más real, todo el mundo tiene una y por eso nos hemos preguntado si es necesario que así sea o si se nos está yendo de las manos.

Qué es una newsletter y para qué sirve

Vamos a hablar un poco de obviedades. Una newsletter es un correo electrónico, una carta, que llega a la bandeja de entrada del usuario previa suscripción del mismo a la lista de correo en cuestión. Este punto es importante: no se puede escribir a nadie si no lo ha pedido y aquí me pongo un poco seria: el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es muy claro y muy estricto en esto y establece de forma taxativa en qué casos aplica y en cuáles no. Y ya te anticipo que casi para lo único que está exento de solicitud previa es la invitación a tus colegas a tu fiesta de cumple. Lo habitual es que esa carta tenga una periodicidad establecida, pero tampoco es del todo necesario: muchas empresas escriben cada vez que tienen algo que comunicar, de acuerdo a su estrategia de email marketing.

El para qué sirven las newsletter también entra en ese saco de las cosas evidentes: para comunicarte de una forma más cercana con tu audiencia. Digamos que tu web y redes sociales son como una discoteca a la que puede entrar todo el mundo y las newsletter son como el reservado, el lugar privado para las personas que están en lista. Por eso te interesa pensar muy bien qué vas a contar en ellas y que estén alineadas con tu estrategia comercial. Descuentos, ofertas, promociones exclusivas, lanzamientos en primicia, rebrandings, cambios en la compañía… cualquier cosa relativa a tu negocio tiene un espacio en ellas si detrás hay un para qué. Recuerda preguntarte esto siempre.

Creatividad de un un hombre de espaldas trabajando en una mesa para el post “¿Son las newsletters los nuevos blogs? | Best”

Las marcas personales y las newsletter

Pero si hay un terreno perfecto para las newsletter es el de las marcas personales y en 2023 hay muchas. Quizá haya sido el efecto pandemia o la falta de conciliación, lo cierto es que cada año desde 2020 —en que descendió— el número de autónomos en el país no ha dejado de crecer. Y solo hay que darse una vueltita por redes sociales para ver la cantidad de pequeños emprendedores que cuentan en ellas sus proyectos y que, incluso, las utilizan a modo de tienda online.

Si en la década de 2010, lo que se llevaba era tener un blog, ahora lo que lo peta es tener una newsletter. Razones no les faltan a aquellos que las lanzan: viendo los cambios que les da por hacer de vez en cuando a los dueños de las plataformas sociales —no dejemos de flipar fuerte con la liada de Elon Musk en el antiguo Twitter, ahora X— la mejor idea parece tener tu contenido fuera de sus garras, no vaya a ser que cierren y te quedes sin nada. Tener una newsletter te asegura, mientras no decidan darse de bajas, una base de suscriptores que nadie te va a quitar por un arrebato y que les lleguen tus correos sin pensar en algoritmos. Lo de que los abran ya corre de su cuenta.

Plataformas de email marketing: enviar correos con garantía

Plataformas hay muchas y en función de tus necesidades podrás elegir una u otra. Desde las más básicas a CRMs con más funcionalidades, puedes elegir la que mejor se adapte a tus circunstancias. Seguro que te suenan nombres como Mailchimp, Acumba o Mailrelay. Con ellas podrás maquetar, programar y enviar tus newsletter, así como crear flujos o embudos de venta que te ayuden a alcanzar tus objetivos de marca.

Substack, el lugar para los creadores de contenido

En el caso de las marcas personales, la plataforma estrella en los últimos meses es Substack, que se aleja de las más clásicas para asemejarse —cada día más— a WordPress en cuestiones de maquetación e imagen. Lo interesante de esta plataforma es que está desarrollando distintas funcionalidades, como las notas o el chat, que permiten una comunicación más directa con la comunidad y facilitan conocer a otros creadores.

También permite publicar contenido sonoro —al que llaman podcast— e incluso vídeos, subidos o grabados dentro de la misma plataforma. Y hasta está desarrollando un lenguaje propio, en el que recompartir los artículos se llama restack.

Creatividad de un un edificio acristalado en una de cuyas ventanas se ve a una mujer con un móvil en la mano para el post “¿Son las newsletters los nuevos blogs? | Best”

¿Necesito tener una newsletter?

En esto puede que no sea objetiva, soy nada objetiva, en realidad. Porque, shh, ¿te cuento un secreto? Yo tengo mi propia newsletter, así que sin pensarlo mucho, te diría que sí. Si lo pienso más, es posible que también te diga que sí.

Creo que es una herramienta que complementa muy bien el resto de tu estrategia de marketing, te permite una relación más directa con tus clientes o posibles clientes y te facilita el impacto en quienes están verdaderamente interesados en tus servicios o productos. ¿Te parecen pocos motivos para pensártelo? Pues te cuenta más Ruth Edurne Benito, experta en email marketing:

Dentro de tu estrategia de email marketing no puede faltar una newsletter. Es la mejor forma de conectar con tu público más fiel. Ten en cuenta que ellos han decidido proactivamente darte su dirección de email, así que tienes que cuidarlos.
Piensa bien la periodicidad y cúmplela, cuida el diseño y los contenidos, y respeta cuando quieran darse de baja.
Además el contenido que incluyas te ayudará a segmentar a tu público por preferencias y saber cuáles son sus verdaderos intereses. No tengas miedo de hacer test A/B y probar diferentes asuntos o tonos.
Una buena newsletter puede tener una tasa de clics de entre un 15-20%. Y desde que el Mail Apple Privacy entró en nuestras vidas el CTR es un indicador más fiable que el OR.
Resumiendo, incluir en tu estrategia de email marketing una newsletter es un quick win y la mejor forma de hacer lead nurturing y dar a conocer tus contenidos.

Yo de ti, le haría caso.