Hace un par de años llevé a cabo un proyecto de investigación relacionado con la tecnología y la prensa o, lo que es lo mismo, PR tech. En él profundizaba en cómo los medios representan los efectos de las TIC en las sociedades de la información y el conocimiento. Estructura social, esferas, sistemas, neoliberalismo… El tema era bastante arduo, no voy a mentir. Pero, viniendo del mundo del PR, me permitió adquirir nuevas capas de análisis que ahora pretendo aprovechar.
Hoy no tengo intención de derrapar tanto, pero me parecía una forma interesante de legitimar todo lo que viene a continuación. Y bueno, que un poco de derrape igual sí que estamos a punto de afrontar.
A lo que voy: la muestra del análisis se centraba en productos comunicativos – aka artículos, entrevistas, reportajes – publicados en medios de comunicación que refiriesen a IA, Big Data, Robótica, Machine Learning, IoT, VR, innovación… O, si nos liberamos del tedioso lenguaje académico: cualquier noticia que tuviese que ver con tecnología.
Medios, tecnología y el poder de la representación
Este título tan manido podría ser un epígrafe del 75% de las asignaturas de segundo de carrera. Lo sé. Pero lo importante no es constatar esto, sino lo que se representa en los medios cuando se habla de tecnología, de manera que nos lleve hacia algo parecido a una conclusión propia. He aquí algunas de las claves:
- Lo primero, mal que me pese, es que me vi obligado a dar la razón al otrora ministro de universidades: Manuel Castells. El tipo tuvo a bien decir, hace un cerro de años, que lo tecnológico plasma la realidad social a la vez que es funcional a sus necesidades. Yo pretendía ser más listo y, sobre todo, demostrar que el paso de los años nos había vuelto más deterministas, pero resulta que no. Golpe a mi línea de flotación para la dominación mundial a través del PR Tech.
- Lo segundo apuntaba hacia Martín Serrano, y fue la evidencia de que la representación mediática de lo tecnológico reproduce fielmente un estructuralismo social que pone por delante de todo la infraestructura, que afectaría a la estructura y esta, a su vez, a la superestructura. Y tú dirás: «cállate, por dios; para, ¿qué dices?, ¿esto qué se supone que significa?».
Pues corrobora una movida que podemos resumir malamente en: la tecnología, como recurso o equipamiento material, cambia a las organizaciones, que son las que influyen sobre el mindset de la sociedad. Ojo, porque aquí sí que hay margen para apoderarnos del mundo si hacemos las cosas bien.
Ahondemos en este punto, entonces. Resulta que detectamos que está ocurriendo algo: la tecnología parece tener un peso creciente en la producción y reproducción de la esfera mercantil y sus propios modos de consumo, pese a que no tiene tanta incidencia directa en los valores que guían lo económico. Lo relacional se supedita a lo mercantil y lo abstracto gana valor como mercancía.
Sin embargo, al final de toda esa cadena, la forma en la que los medios presentan su información reproduce una realidad en la que las tecnologías pueden provocar un crecimiento de los sesgos interpretativos e incentivar valores y actitudes reactivas o basadas en la compulsividad.
Y si la tecnología incide sobre lo mercantil, lo abstracto gana valor y es la estructura (organizaciones mediadoras) la que al final afecta a los sesgos y los valores…
El PR Tech es la clave
Seguramente tú y yo no nos conozcamos. Yo he pasado casi toda mi vida laboral trabajando en relación con prensa, principalmente para marcas del sector tech, y en realidad jamás le vi demasiada trascendencia a mi trabajo. Pero oye, ¿has visto esto?
Esto no es solo poner tu marca en los medios. No va únicamente de que los periodistas hablen bien de ti, de tus productos y de tus historias. Para las marcas de tecnología, una estrategia de PR bien diseñada es la vía para configurar el mundo en el que se mueven, y si eso no es trascendente, seguramente este sea el último post que me dejen escribir aquí.
Aunque es evidente que el espectro de agentes comunicativos es cada vez más amplio, lo es precisamente por la tecnología que lo media. Lo cierto es que marcas, agencias, creadores de contenido y periodistas dedicados a este mundillo tech estamos configurando conjuntamente la sociedad que viene, y también cabría pararse a pensar si lo estamos haciendo de la forma correcta, tanto a nivel social como del beneficio propio.